UNA AVENTURA COMPARTIDA

Uno de los aspectos de los 'blogs' es que se los toma con un entusiasmo incipiente que va perdiendo fuerza a medida que pasa de ser un ejercicio novedoso a una tarea que exige constancia. Hay tareas en la que la constancia es merecida. Pero para poder concederle eso mismo a un 'blog' ha de conjugar intereses realmente comprometedores e ilusionantes.

Los 'blogs' personales pueden responder a esa fórmula. En mi caso, hasta el momento los 'blogs' han tenido un mayor componente de imposición académica --en tanto que prácticas de una asignatura de la carrera de Periodismo-- que de involucración propia. Pero la informática, la tecnología, se puede convertir a veces, también, en una pequeña aliada de actividades colectivas donde el espíritu de una idea nueva mueve al entusiasmo de forma bien distinta. Un ejemplo es el nuevo 'blog' que ya está disponible desde este fin de semana: la promesa de un espacio aún por construir a la medida de un grupo de amigos, sin grandes premeditaciones ni límites muy determinados. Tan sólo la libertad cordial y bien llevada de cada uno de nosotros, para trasladar la huella personal que en cada momento nos impriman aquellos sueños que insuflan viento a nuestras velas (a nuestras vidas).

Los buscadores de caminos llevamos ya un largo trecho. Cada uno traza y sigue su propia dirección, pero podría decirse que de vez en cuando aparece un único sendero, algo más ancho, para que diez personas atraviesen por él zonas de la vida --precisamente, las mejor iluminadas (aunque con algunas sombras inevitables, alargadas como la de Milady de Winter...)-- caminando juntas por un rato. El nuevo 'blog' a que me refiero sería unos nuevos Cuadros de viaje --tomando el apelativo del libro de Heine-- para que vayamos plasmando nuestras impresiones de ese camino alternativo, conjunto, ocasional. Porque ahora no importa tanto el horizonte como lo que queda para el recuerdo según crece el número de nuestros pasos.

Puede decirse que estamos en la búsqueda desde siempre. En la ruta, cogimos unos cruces y otros, hasta lleguar al día de hoy. Y no acabaremos de hacerlo mientras persigamos sueños lo bastante grandes como para no perderlos de vista. O, en palabras de Miguel de Unamuno:

De razones vive el hombre, de sueños sobrevive.

Ojalá esta aventura que escogemos como nueva expresión de nuestro entusiasmo llegue cuan lejos pueda. Aquí queda la dirección del reciente 'blog'. Por otro lado, quedan remitidos a ella los que deseen participar un poco de la lectura de esos mismos sueños nuestros:

Buscadores de caminos