miércoles, julio 19

"EL ERROR DE LA ESPERANZA, LA ILUSIÓN DEL SUEÑO"

Cito esta vez a George Steiner para titular la entrada de hoy. Extraigo sus palabras de una entrevista reciente, pues me parece que la frase tiene una significación abierta, y puede aludir también a lo que cuente aquí. La imagen que acompaña este texto, por su parte, está relacionada con unas palabras de Javier Marías que ya utilicé en el blog: «Vivir en el engaño es fácil, y aún más, es nuestra condición natural, por lo que no debería dolernos tanto». Estos días estoy releyendo el que podría considerar candidato más firme a ser mi libro predilecto, Mañana en la batalla piensa en mí, de donde procede la reflexión que ahora duplico al volverla a escribir.
Marías, cuando habla de «vivir en el engaño» --como explicó él mismo en su discurso de agradecimiento y aceptación del premio Rómulo Gallegos a su libro--, hace referencia a que constantemente estamos en una parcial o completa ficción, pues es imposible que lo que somos, es decir, lo que nos sucede, sea conocido por todos nuestros allegados, parientes, amigos. Es más, de lo que les contamos, solemos seleccionar información, no diciendo las mismas cosas o fragmentos correspondientes a todas esas personas. Además, lo que no nos sucede, aquello que queda en las márgenes de nuestro camino, las opciones descartadas, las oportunidades perdidas, lo que pudo ser y no fue, también nos construye en igual medida. Como descubrir que algo que vivimos no era como lo vivimos. Descubrirnos habiendo vivido en la ficción, en el engaño. Todo lo que he resumido en estas pocas líneas puede interpretarse de lo que Marías imprimió en esa frase y en el espíritu de toda su novela.
Lo que Steiner quiere decir con tener el «error de la esperanza» lo explica concretamente en la entrevista aludida. Pero puedo unificarlo con el pequeño pensamiento desprendido de Mañana en la batalla... al relacionarlo con nuestra necesidad por las ilusiones, por los sueños. Un tema ya bastante recurrente en mí, pero que no puede menos que continuar latiendo en mi conciencia cada día. Es por eso que lo reflejo en este Un día volveré...
Y es que vivir en el engaño lo hacemos todos, sí. Algunos, quizá, en una mayor medida. Algunos, intuyendo que con cierto exceso, aunque sin encontrar modo de, empezando por esa intuición, ir saliendo de ese profundo engaño del que no somos rotundos ignorantes, y menos aún víctimas inocentes. Porque sí que parece fácil estar instalado en él, en la ficción, en el sueño prolongado de una esperanza mínima, precaria, o que quizá vemos exigua pero no es pequeña ni esperanza, sino una pura invención. No lo sé. Hay estados en los que la ficción puede ser autoficción, y el engaño autoengaño. Que sería lo más fácil en el mundo. O todo este tropel de razones no sirvan sino para confirmar que después de todo hay cierta sensatez por parte de esos mismos que intuímos un exceso de vida engañosa, y que esa esperanza infinitesimal que vemos puede que esté ahí, y no sea del todo un espejismo.
Esto ocurre si nos gobierna la confusión, por supuesto. Si ya no discernimos, por mucha reflexión que le pongamos --aunque no podamos ponerle toda la debida, porque «el tiempo no espera», por lo menos ahora, se está echando encima, y cada vez que se trata de pararse a mensurar el horizonte y nuestra posición actual nos arrolla de nuevo con algo inesperado--, qué es lo fácil, qué lo difícil, si lo valiente es lo contrario de lo que suponemos, y lo que pensamos que mantenemos con arrojo no es sino por cobardía. Y si nos imaginamos que nadie tiene respuestas, o que no puede ayudársenos mucho en distinguir lo fácil, lo difícil, lo valiente y lo cobarde.
Quizá sea un error soñar, alimentar la esperanza. O quizá sea uno de esos errores necesarios, pese a que, en autoridad, no existe quien pueda decir nunca cuáles son. El tiempo no espera y no podemos detenernos, y el movimiento debe ser continuo. Por eso, quizá no haya tiempo para preguntarse, como el personaje de Faulkner en Luz de agosto, si cuando actúa lo está haciendo por valor o por todo lo contrario. Quizá sólo hay tiempo de actuar y vivir en esa «condición natural» nuestra. Intentando que no nos duela tanto, pues por algo nos es consustancial.

1 Comments:

Blogger Conchi Martínez Hernández said...

Si partimos de que casi todas las personas de este planeta vivimos engañados por nosotros mismos, en numerosas ocasiones nadie quiere ver la realidad que tenemos ante nuestros ojos, justificamos los hechos con excusas autoproclamadas para quedarnos satisfechos con nosotros mismos, un claro ejemplo, es la "realidad" que nos muestran los telediarios(pongo realidad entre paréntesis porque cada telediario nos muestra su realidad diferente)de que han muerto unas cuantas personas en un país a causa de una guerra, que no se cuantas mujeres mueren a causa de la violencia doméstica, vemos una cantidad de muertes y de asesinatos en la tele que el mundo lo justifica con que es normal y es "lo que hay", y que eso no nos afecta. Bajo mi punto de vista, eso nos afecta a todos, independientemente de como nos transmitan el dolor por el cual pasan esas personas, si pusiéramos un granito cada uno podríamos llegar a una sociedad mejor y que, por lo tanto, no tengamos que autojustificarnos y engañarnos la cantidad de muertes que hay en el mundo a causa de injusticias sociales. Y en cuanto a lo de vivir de ilusiones y sueños, pienso que si no viviéramos de ilusiones no tendríamos metas y si no hubieran metas en nuestra vida, ésta no tendría un sentido. Pienso que en la vida todo el mundo tiene metas, consciente o inconscientemente, para tener "algo" en lo que apoyar el trayecto de esta transitoria vida. Finalizando, pienso que no es un error soñar sino al contrario. Una gran pionera del Trabajo Social llamada Octavia Hill y que admiro con toda mi alma por toda su labor humanitaria que ha realizado a lo largo de su vida, dice que "hay que engancharse a los sueños cuando la realidad no existe", me encanta esa frase. Con lo que finalizando, los sueños son algo único y personal y pienso que es necesario creer en ellos. Bueno por si no lo sabes, soy Conchi, es que el tiempo libre que tengo ahora es mucho ;) miles de besos!!! y cuidate mucho!!!! ^_^

pd. Me he tenido que registrar y me he hecho un blog para contestarte!! XD ¬¬ :P

4:36 p. m.  

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